Todo lo que necesitas saber si te vas a realizar una braquioplastia

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La operación de braquioplastia en Madrid es una forma de reducir la flacidez en los brazos. La estética es muy importante y cuando se baja mucho de peso es normal que la piel de los brazos se quede flácida y eso cause que las personas, normalmente mujeres, quieran reducirlo y tener un mejor aspecto.

En qué consiste una operación de braquioplastia

Esta operación es un proceso sencillo, la braquioplastia o lifting de brazos se realizará por un cirujano que valorará el aspecto de los brazos y la mejor forma de tratarlo. Gracias a esta intervención la grasa en la cara interna de los brazos desaparecerá.

Conseguir unos brazos más armónicos con el cuerpo y estilizados es posible con este tratamiento. Tras una dieta, reducción de estómago o la incorporación de un balón gástrico, el cuerpo experimenta muchos cambios. El primero de ellos pasa por la pérdida de peso, si es en grandes cantidades, esto genera efectos secundarios. La piel no reabsorbe la grasa de forma adecuada y por ello se queda flácida y da un aspecto desagradable. Por este motivo muchas personas quieren someterse a una braquioplastia en Madrid y, de esa manera, solventar un problema estético e incrementar exponencialmente la autoestima al verse mejor.

Esta operación de braquioplastia no supone riesgos añadidos a los de una cirugía plástica común. Para empezar, y tras el diagnóstico del médico, es momento para determinar las expectativas del paciente ante la operación. En este sentido, el cirujano será quien determine si se trata de un candidato bueno o no para el procedimiento. No se pueden esperar milagros de este tipo de operaciones ni tener unas expectativas demasiado altas. La flacidez se reducirá o incluso puede desaparecer, depende de lo que el cirujano indique, pero es un procedimiento que conlleva un posoperatorio y, al fin y al cabo, no deja de ser una cirugía.

Tipos de braquioplastias

Existen dos clases de braquioplastias o liftings de brazos, la simple, y con extensión axilar y torácica. La braquioplastia simple está indicada para pacientes jóvenes que tienen una laxitud cutánea circunscrita solo a la cara interna de los brazos. En el caso de la braquioplastia con extensión axilar y torácica, es para pacientes de edades avanzadas que presentan, además de “brazo en péndulo”, un exceso de piel que llega a la zona baja del pecho o submamaria, y hasta la torácica.

El paciente ideal para una operación de braquioplastia

Como ya se ha mencionado, esta intervención está indicada para pacientes que han tenido una bajada de peso Cirugía Estética Madridimportante en relativamente poco tiempo. Pero también la edad provoca la flacidez de la piel, por eso, el paso de los años está presente en estos procesos que provocan una flacidez cutánea en diversas áreas del cuerpo y una de las más llamativas son los brazos. Además, la acumulación de grasa localizada en la cara interna de los brazos es otro motivo de que se produzca este desagradable efecto. Dependiendo del grado de gravedad que presente la piel, grados mencionados anteriormente, el cirujano plástico indicará uno u otro tratamiento, siempre en manos de expertos se conseguirá el mejor resultado posible con la menor cicatriz.

La braquioplastia es una forma definitiva de deshacerse de la flacidez en los brazos. Aunque en los años posteriores a la operación se eleve el peso corporal, el aspecto de los brazos se mantendrá intacto. Para que esto suceda, será el médico quien valore si se es un paciente óptimo para esta cirugía y si es el caso se llevará a cabo de la mejor manera posible. Durante el avance de los meses y los años, además de permanecer estable la piel, la zona mejorará al ir desapareciendo la cicatriz.

 

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Procesos de la operación de braquioplastia

El procedimiento no es complejo, el cirujano, para comenzar, realizará unas incisiones en los brazos, por su cara interior. El tamaño de la misma variará dependiendo de lo que se necesite extraer de la piel. Una vez hechas, se procederá a tensar los tejidos que se encuentran por debajo de las incisiones y de esa forma asegurará con puntos. En este momento también es posible el método de la liposucción.

Hecho esto, se procede al vendaje de la piel sobre el nuevo contorno que se ha realizado y se extrae el exceso que quede de la piel restante. Por último, para cerrar las heridas se emplearán puntos quirúrgicos o tela adhesiva. La duración es corta, ya que se trata de una operación en torno a una hora y media o dos horas. Aunque depende de cada procedimiento y de cada paciente.

Lo peor de estas operaciones es la cicatriz que se queda en el brazo, aunque es cierto que mejora con el tiempo. En caso de que no lo hiciese, se puede realizar una intervención para minimizarla, pero esta ya sería con anestesia local y, en la mayoría de casos, no es necesaria la hospitalización. Además, las cicatrices durante los primeros tres o seis meses serán más visibles, pero después comenzarán a desaparecer.

Tras la operación y durante los primeros días del posoperatorio es recomendable evitar levantar los brazos por encima del hombro, ya que esto provoca que se estire la piel y puede provocar daño y que se abran las heridas de la operación. Evitar además el esfuerzo y siempre se deben tomar todos los medicamentos que el médico haya recetado. Los analgésicos ayudarán a paliar el dolor de la operación y el antibiótico prevendrá infecciones, así que es crucial que se tomen los necesarios. Por último, se debe consultar con el médico cuando se quitarán los puntos o si se hará tan siquiera, ya que hay puntos que se disuelven solos y no se necesita su extracción.

En cuanto al posoperatorio, requerirá que se lleve en la zona operada durante 15 o 20 días una prenda de presión. Este paso es muy importante para que la operación pueda llevarse a cabo con éxito. Tras operarse, lo más normal es que se recupere la actividad diaria y la vida normal a la semana. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertas pautas de precaución para que la zona se cure con corrección y el resultado sea el mejor posible. Una de estas medidas es la de no levantar peso o realizar ejercicios pesados durante algún tiempo. Para determinarlo exactamente se ha de preguntar y consultar al cirujano de la operación.

Este es un proceso quirúrgico que mejora el aspecto y la funcionalidad de la zona, en este caso los brazos, ya que el exceso de grasa o de piel puede dificultar ciertos movimientos e impedir un funcionamiento normal. Así que, además de ser mejor para el propio cuerpo, hace que el paciente se vea mejor y su autoestima crezca, que es, en definitiva una de las mayores ventajas de este tipo de cirugía plástica.

Cómo saber qué necesita tu piel

Cuando la piel envejece o se adelgaza de forma rápida, la piel de los brazos cuelga, de ahí la solución de la braquioplastia, sin embargo, no es la única opción que existe para mejorar el aspecto de los brazos. Además de la operación, hay que tener en cuenta que existen tres grados diferentes en cuanto a los defectos del contorno de los brazos.

Braquioplastia Cirugía Estética MadridEn el primero de ellos, la flacidez es inicial, comienza a colgar la piel pero no de manera excesiva. Los cambios son incipientes y suele bastar con una liposucción en esa zona para solventarlo. Estéticamente se mejora sin tener que recurrir a la cirugía, puesto que no es necesaria. En este procedimiento se elimina el exceso de grasa de la cara interna del brazo y así la piel se retrae.

El grado dos se caracteriza por una flacidez de la piel intermedia, donde está más avanzada que en el grado primero pero aún no es algo excesivo. Para tratar este tipo de problema es recomendable un estiramiento cutáneo, de esta manera se evita que la flacidez vaya a más y supone un método cuya intervención solo deja una pequeña cicatriz debajo de la axila.

En el tercer y último estadio o grado se aprecia una clara flacidez que está muy avanzada. Para poder recuperar la esbelta forma del brazo y sentirse mejor con uno mismo y con el cuerpo, entra en acción el lifting de brazos. La cicatriz longitudinal en la cara interna de los brazos irá desde la axila hasta el codo. Esta intervención es, de las tres, la más compleja y completa, y al mismo tiempo supone un remedio para una flacidez grave en los brazos.

Preguntas frecuentes sobre la operación de braquioplastia y sus resultados

Cuando una persona decide someterse a una operación de cirugía plástica, surgen muchas preguntas, dudas y cuestiones, todas ellas se pueden resolver en las consultas de los cirujanos. Sin embargo, estas son algunas de las preguntas más frecuentes cuando se plantea llevar a cabo una intervención en los brazos para reducir la flacidez y recuperar la forma y esbeltez en esa parte del cuerpo.

– ¿Qué tipo de anestesia se emplea en la cirugía? La anestesia usual en estas intervenciones es la local, ya que la operación no conlleva un alto riesgo y la zona afectada está claramente determinada y no afecta a un órgano principal. La sedación monitorizada acompañará el proceso para que el paciente no sienta nervios o angustia durante la intervención. La cirugía se hace en un hospital, es decir de forma ambulatoria, y tras ella se necesita reposo y descanso, por ello suele venir acompañada de una hospitalización breve para monitorizar al paciente y aplicarle el posoperatorio. Este se hará a través de una venda compresiva en la zona.

– ¿Cuáles son las posibles complicaciones? Cualquier intervención de carácter quirúrgico conlleva una serie de consecuencias. Sin embargo, la braquioplastia no supone mayor riesgo. Las complicaciones más comunes y que pueden resultar de esta operación, así como de muchas otras son las complicaciones con la anestesia, hemorragias o infecciones. En cuanto a la primera, sobre la anestesia hay que tener en cuenta que el tipo de anestesia, local, entraña muchas menos complicaciones que la general, por lo que no debería suponer mayor problema. Las hemorragias son posibles en cualquier operación, pero de nuevo no son significativas en cuanto a esta intervención. Si se produjera durante la cirugía, los profesionales lo solventarían sin dificultades añadidas. Por último, las infecciones son una de las complicaciones más comunes tras una operación de cualquier tipo, sin embargo, con una higiene correcta y siguiendo las instrucciones de los médicos podrían evitarse. Si se llegase a producir también se solucionaría de forma sencilla por parte de los sanitarios.

– ¿Se necesitan cuidados antes de la operación? Sí, los cuidados prequirúrgicos son fundamentales para esta intervención, y aunque no requieren mucho tiempo al paciente sí se deben conocer. Cuando una persona se decide a someterse a la cirugía, el médico lo planificará y comunicará al paciente todo lo que necesita saber. Normalmente se pedirán las rutinas que el paciente ha llevado a cabo recientemente, se debe evitar el consumo de medicamentos a base de ácido acetilsalicílico, como la aspirirna, el Doril o AAS. Además, las personas que quieran realizar esta intervención deberían evitar fumar y beber alcohol durante al menos 15 días antes de la cirugía. Estos son los cuidados básicos, pero es posible que el médico, habiendo examinado al paciente y su historial clínico prescriba alguno más.

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